Australia considera endurecer las leyes de posesión de armas tras el atentado en Sídney

Escrito el 16/12/2025
EFE

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha anunciado este lunes que su Gobierno considera "endurecer" las leyes de posesión de armas tras el atentado del domingo en una popular playa de Sídney contra un acto de celebración de la comunidad judía, con al menos 16 fallecidos. "El Gobierno está preparado para tomar cualquier acción que sea necesaria, incluida la necesidad de endurecer las leyes de armas", ha dicho Albanese.

Entre las medidas figuran la aceleración del Registro Nacional de Armas, un mayor uso de inteligencia criminal para la concesión de licencias, la posible limitación del número de armas por persona y la revisión de los tipos de armas permitidas.

El mandatario australiano ha precisado durante una rueda de prensa que entre las posibles medidas se encuentra establecer un "límite en el número de armas" por persona y la "revisión de las licencias", después de que se conociera que uno de los presuntos autores del atentado tenía licencia de armas. "Las circunstancias de las personas cambian. Las personas pueden radicalizarse con el tiempo. Las licencias (de armas) no pueden ser perpetuas", ha afirmado el dirigente.

Posteriormente, en una entrevista con la cadena pública ABC, Albanese ha afirmado que se trata de "cambios de sentido común" y se mostró dispuesto a afrontar la resistencia del lobby armamentista, insistiendo en que las reformas deben aplicarse de manera coordinada en todo el país.

En la misma línea, Chris Minns, gobernador de Nueva Gales del Sur, estado en el que se encuentra Sídney, ha señalado que evalúa volver a convocar al Parlamento para agilizar la aprobación de nuevas normas y recalcó que "todas las opciones están sobre la mesa" para endurecer la legislación, una tarea que, dijo, debe hacerse "rápido".

Por su parte, el tesorero de dicho estado, Daniel Mookhey, calificó la reforma de las leyes sobre armas como una cuestión "urgente" y respaldó la necesidad de avanzar sin demoras en cambios legislativos que refuercen la seguridad pública.

La reacción del gobierno federal y local se produce después de que el domingo un tiroteo en la playa de Bondi contra un evento organizado por la comunidad judía dejara 16 muertos, incluyendo uno de los perpetradores del mismo y decenas de heridos.

El ataque se produjo sobre las 18.40 hora local (8.40 hora peninsular española) del domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en un parque cercano a la famosa playa, una de las más concurridas y turísticas del país. Catorce personas —incluido un asaltante— murieron en el lugar de los hechos y otras dos, incluida una niña de 10 años y un hombre de 40, fallecieron posteriormente en el hospital. Al menos 42 personas resultaron heridas, siete de ellas permanecen en estado crítico.

Las autoridades australianas confirmaron este lunes que los presuntos autores del atentado terrorista son un hombre de 50 años, que murió tras el enfrentamiento con la policía, y su hijo de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial. No se han revelado de momento sus identidades. La Policía indicó que no buscan a más sospechosos y que el fallecido contaba con licencia de armas de gran calibre desde 2015, con al menos seis armas registradas y pertenecía a un club de armas.

El presunto asaltante "cumplía los criterios de elegibilidad para una licencia de armas", dijo en una rueda de prensa previa el comisionado de Policía de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, Mal Lanyon. Albanese también ha confirmado que el asaltante hospitalizado fue investigado en 2019 por la agencia de inteligencia de Australia (ASIO), pero que entonces se determinó que "no representaba una amenaza", sin aportar más detalles.

Por su parte, el canal de noticias ABC informó que en la investigación se analizaron los presuntos vínculos entre el sospechoso con una célula del grupo yihadista Estado Islámico en Sídney. El mandatario australiano ha calificado el ataque terrorista como un "acto de pura maldad" y "de antisemitismo", al tiempo que ha ordenado que las banderas del país ondearan a media asta.

En 1996, Australia endureció las leyes de posesión de armas a raíz de la matanza de 35 personas en la localidad turística Porth Arthur; mientras que en 2017, tras registrar varios incidentes armados perpetrado por yihadistas, impulsó una amnistía por la cual se entregaron más de 57.000 armas de fuego. La actual Ley de Control de Armas regula mediante un sistema de licencias el arsenal y prohíbe la venta de todo armamento automático y semiautomático.