La Comisión Europea ha subrayado la necesidad de ratificar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, tildándolo de «crucial» para los intereses económicos, diplomáticos y geopolíticos del bloque comunitario. A pesar de la oposición de Francia, que promueve un aplazamiento por preocupaciones relativas al sector agrícola y la defensa medioambiental, la firma del acuerdo sigue en la agenda para concluirse antes de fin de año.
El portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, expresó en una rueda de prensa en Bruselas que la Unión Europea debe ser vista internacionalmente como un socio comercial «fiable». La Comisión mantiene la expectativa de firmar el acuerdo antes de que finalice 2025, siempre que el Consejo cumpla con los pasos necesarios para su adopción. Esto incluye una votación que requiere la mayoría cualificada de los 27 Estados miembros.
La presidencia semestral de la UE, liderada por Dinamarca, pretende avanzar en el proceso votando esta misma semana. Este paso está condicionado a una votación en el Parlamento Europeo sobre las salvaguardas propuestas para los agricultores más vulnerables, la cual tendrá lugar este martes. Si es aprobada, abrirá el camino para que los embajadores de los 27 aprueben la firma del acuerdo.
La oposición francesa choca de plano con otros países como Alemania y España, que insisten en la oportunidad de un acuerdo «crítico» para la economía europea
Francia ha reafirmado su oposición al pacto, alegando que no se cumplen las condiciones necesarias para su aprobación. El primer ministro, Sebastien Lecornu, manifestó la necesidad de retrasar el acuerdo para proteger la agricultura europea. Sin embargo, Francia no tiene la capacidad de bloquear la adopción del acuerdo, el cual requiere el apoyo de una mayoría cualificada de los Estados miembros.
El papel de Italia se avizora como crucial para la inclinación del voto en el Consejo. Aunque anteriormente Roma parecía aceptar las salvaguardas propuestas, las recientes protestas y negociaciones en Bruselas han generado cierta incertidumbre sobre su posición final.
Esta semana se perfila como clave para la Unión Europea, con una manifestación programada del sector agrícola y reuniones importantes que discutirán, entre otros temas, el presupuesto europeo post 2027.
