Sánchez se reafirma en la resistencia: retoques mínimos, gestos a los socios y estirar la legislatura

Escrito el 15/12/2025
Antonio Ruiz Valdivia

Pedro Sánchez tira hacia adelante. Prepara una remodelación quirúrgica del Gobierno para sustituir a Pilar Alegría en los próximos días de la que lo único que ha avanzado es que pondrá a una mujer al frente de la portavocía. Y trata, a la vez, de convencer a los socios de que hay proyecto incluso más allá de 2027, mirando especialmente al PNV, a Junts y a ERC.

Estos son los principales mensajes que dejó el presidente en el cierre del curso político, cierre que se visualizó a través de una comparecencia en el Palacio de La Moncloa para hacer balance, por la mañana, y en la copa de Navidad que ofreció a la prensa por la tarde.

Sánchez trata de alejarse del ruido y de la sensación de legislatura agotada que sale de la derecha política y mediática, pero también de muchos sectores de la izquierda, tras la sucesión de denuncias dentro del PSOE por acoso sexual y los últimos casos de presunta corrupción. No obstante, el presidente entiende que puede aguantar y no ha hecho caso ni siquiera a su socio de Gobierno, Sumar, que lleva desde el pasado viernes exigiendo una amplia remodelación del equipo ministerial.

El presidente, tanto en público en la rueda de prensa como en una conversación informal con periodistas, defendió que está contento con los ministros y que su idea no es un cambio de caras, sino impulsar la legislatura. Por eso, sólo tiene en mente hacer cambios puntuales cuando salgan los miembros del Gobierno que competirán en las diferentes autonomías. 

Ahora es el momento de cambiar a Alegría. La elegida para la portavocía es una mujer, pero Sánchez no quiere revelar todavía el nombre. Esto hace que se descarten las opciones de Félix Bolaños, Óscar López y Óscar Puente, que hasta ahora cotizaban en lo más alto de las quinielas. No hay fecha concreta para la sustitución, aunque la todavía ministra de Educación tiene que dejar en la primera semana de enero su puesto para competir en Aragón.

El jefe del Ejecutivo considera que el Gobierno está “maduro” y que es “eficaz”, por lo que no tiene sentido hacer esa profunda remodelación que exigió la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el pasado viernes. La líder del ala Sumar guardó silencio durante el lunes, en tanto que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, consideró “insuficiente” la comparecencia de Sánchez y avisó de que el “inmovilismo no es una opción”. Ningún ministro del ala de Sumar acudió a la recepción en La Moncloa para mostrar su "descontento", según fuentes de ese espacio.

El presidente del Gobierno trata durante estos días de lanzar mensajes para atraer a los socios del bloque de investidura. El lunes por la mañana conversó con el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, con quien quedó en mantener una reunión (será la primera desde que el socialista llegó al Palacio de La Moncloa). Esquerra es un socio clave y se ha convertido en un apoyo fundamental para que el PSOE aguante, pero el partido catalán está cada día más preocupado.

Sánchez también lanza guiños a Junts. Por ello, el Gobierno va a emprender el proceso para tratar de que Cataluña y Euskadi tengan mayor participación en organismos internacionales como la UNESCO y la Organización Mundial del Turismo, peticiones hechas por los posconvergentes. El presidente confesó ante los periodista que espera que el cumplimiento de estos compromisos pueda suponer “una ventana de oportunidad” con los de Carles Puigdemont a pesar de estar las relaciones rotas.

Este proceso también sirve también para contentar al PNV, que el viernes pasado llegó a vaticinar, a través de Maribel Vaquero, que las elecciones podrían convocarse el año que viene. El presidente entiende la “incomodidad” de los nacionalistas vascos, pero sostiene que habla mucho con Aitor Esteban y que la relación es “fluida”. Sánchez está dispuesto a verse con los socios para convencerles de que tiene un proyecto que va más allá incluso de 2027.

El ciclo electoral arranca este domingo en Extremadura con las encuestas a la baja para el PSOE. A pesar de ello, Sánchez cree que el PP se equivoca con su estrategia de convocar en las autonomías para desgastar al Ejecutivo central. El análisis del socialista pasa por su lectura de que cada “territorio tiene su propia dinámica” y son los populares los que ya tienen esas autonomías, por lo que no es ningún un éxito para el PP que sus presidentes vayan a las urnas para al final seguir dependiendo de Vox.

El presidente del Gobierno descarta cualquier tipo de adelanto electoral porque cree que todavía tiene proyecto. Por eso, durante estas horas se afana en trasladar el mensaje de que tiene “energía y determinación” para aguantar toda la legislatura. Y pone el foco también en que abrir la puerta a un Gobierno del PP y de Vox sería un “error histórico”.

Asimismo, trata de hacer frente a las polémicas con la asunción de que ha cometido “errores”, pero reiterando que ha respondido con “contundencia”. Va a reforzar los recursos humanos de Ferraz para abordar situaciones como el acoso, aunque también ha afirmado que no piensa admitir “lecciones” de los “Torquemadas” del Partido Popular y de Vox. El presidente se siente “muy respaldado” por su organización a pesar de los días duros que está viviendo.

Sánchez hace el análisis estos días de que en la calle no hay presión social para reclamar el fin del Gobierno, sino para pedir medidas para el día a día de los ciudadanos. Por eso, como gran anuncio para finalizar el año, anticipó la puesta en funcionamiento de un abono de transporte para traslados por toda España.