En un contexto de epidemia de gripe, que irá a más en las próximas semanas, saturando las consultas de médicos de familia y pediatras y las urgencias de los hospitales, la inacción del actual Ministerio de Sanidad suma más tensión.
Y es que, a menos de dos semanas para que termine el plazo en el que el Ministerio de Sanidad debe prorrogar y ampliar el Real Decreto Ley 20/2022, que regula el mecanismo de jubilación activa mejorada para especialistas en Medicina de Familia y Pediatría de Atención Primaria, la ministra aún no ha movido ficha.
El próximo 28 de diciembre será el último día de actividad para más de 1.100 especialistas si no se aprueban las medidas para que puedan mantenerse en servicio activo hasta los 72 años. De hecho, según fuentes consultadas por LA RAZÓN, no es posible conseguir cita con estos facultativos a partir del 29 de diciembre. Que algo así sucediera dejaría en suspenso la atención sanitaria de más de 1,5 millones de personas.
Plan piloto de tres años
El actual en vigor es un plan piloto con una duración de 3 años que permite a estos facultativos continuar desempeñando sus funciones durante la prórroga en el servicio activo y, además, acceder a la jubilación, percibiendo el 75% del importe resultante en el reconocimiento inicial de la pensión, una vez aplicado, si procede, el límite máximo de pensión.
Asimismo, pueden acceder a esta compatibilidad los médicos de familia y pediatras de Primaria que hubieran accedido a la pensión contributiva de jubilación a partir del 1 enero de 2022 y se reincorporen al servicio activo.
Pese a que la ministra de Sanidad, Mónica García, ha manifestado recientemente su intención de prorrogar el citado RD, este tiene que aprobarse en Consejo de Ministros, y solo quedan dos fechas antes de que termine el año: hoy y el próximo martes 23 de diciembre.
El pasado 10 de diciembre la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados instó al Gobierno a dar una solución "urgente" a la falta de profesionales de Atención Primaria con medidas como la que Sanidad está dilatando. "No es la primera vez que tratamos de reformar la jubilación activa incluso ampliándola a 72 años, pero el Ministerio de Mónica García no ha tenido tiempo de tenerla en cuenta", señala la diputada del PP, Elvira Velasco.
El experto en demografía médica Vicente Matas, explica, preocupado, que "es necesaria y muy urgente una prórroga de 3 años o más de este tipo de jubilación activa para los más de 1.100 médicos de familia y pediatras que, en principio, parece que quedarían jubilados a todos los efectos, lo que generaría un grave problema para los ciudadanos, que ya vienen sufriendo importantes demoras, para obtener cita en las consultas por las tremendas cargas de trabajo que soportan los médicos".
"Además, estos incrementos de las demoras finalmente afectarán a los servicios de urgencia de primaria y del hospital, y, en definitiva al funcionamiento de todo el Sistema Nacional de Salud, con especial repercusión en los municipios aislados y en la España vaciada", alerta.
La jubilación activa para médicos de familia en 2025 se centra en la prórroga de medidas excepcionales para paliar la escasez de profesionales sanitarios, permitiendo compatibilizar el 75% de la pensión con el trabajo (a tiempo completo o parcial), aunque algunos sindicatos la consideran insuficiente.
Ampliación a los 72 años
Actualmente el debate se centra en la ampliación de la jubilación hasta los 72 años (la actual en vigor es de 66 años y 10 meses), con incentivos por demora y nuevos requisitos de cotización para la ordinaria.
En cualquier caso, si se ampliara el plazo del 28 de diciembre, "es importante negociar las condiciones en el caso de continuar y, para la reincorporación, el lugar, teniendo en cuenta que, estos médicos van a hacer un esfuerzo adicional para apoyar al SNS que, tiene grandes dificultades para encontrar profesionales", explica Matas.
Recordemos que, actualmente, según un informe encargado por el propio Ministerio de Sanidad y hecho público el año pasado, faltan miles de médicos en España, especialmente en Atención Primaria, donde el déficit ronda los 4.500-5.000 profesionales. Además, se prevé que el problema se agrave en los próximos años por las jubilaciones masivas, con cifras que podrían superar los 9.000 especialistas en 2027.
La otra cara de la moneda es la jubilación anticipada voluntaria que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) lleva años reclamando y que es una de las líneas rojas para rechazar el Estatuto Marco de Mónica García. La organización defiende que los facultativos puedan acceder a una "jubilación anticipada voluntaria flexible" entre los 60 y los 70 años "sin merma económica".
La reclamación se sustenta, mayormente, en que los índices de accidentes laborales y enfermedades profesionales derivadas del esfuerzo físico y psicológico que realizan los trabajadores de los servicios de salud son significativamente elevados. Estas circunstancias se ven agravadas por las difíciles condiciones laborales, como la falta crónica de personal, agravada tras la crisis sanitaria de 2020.
Por ello es tan importante favorecer y mejorar las condiciones de los médicos que deciden seguir trabajando para paliar las deficiencias de la sanidad pública.
