10 años del Acuerdo de París: cuatro claves para entender el histórico pacto

Escrito el 15/12/2025
National Geographic España

En diciembre de 2015, se reunieron en París representantes de casi 200 países. Durante dos semanas, delegaciones, diplomáticos y técnicos participaron en la COP21, la cumbre climática de Naciones Unidas convocada para intentar cerrar un acuerdo global contra el cambio climático. No era la primera vez que se intentaba —Kioto había dejado lecciones y límites—, pero sí una de las más decisivas.

Las negociaciones se sucedieron entre documentos técnicos, versiones revisadas y largas horas de debate. El diagnóstico era compartido: las temperaturas globales seguían aumentando, los eventos climáticos extremos se intensificaban y los impactos ya eran visibles en muchas regiones del mundo. La pregunta no era si actuar, sino cómo hacerlo de manera coordinada.

El 12 de diciembre de 2015, los países participantes adoptaron el Acuerdo de París. Por primera vez, un pacto climático internacional incluía compromisos de prácticamente todas las naciones —desarrolladas y en desarrollo— con un objetivo común: limitar el aumento de la temperatura global y reforzar la capacidad de los países para adaptarse a los impactos del cambio climático.

Estas son las claves para entender qué ha supuesto el Acuerdo de París diez años después.

1. ¿Qué es el Acuerdo de París?

El Acuerdo de París se diseñó como un marco global para:

  • Limitar el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C, con esfuerzos para alcanzar 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
  • Establecer compromisos nacionales de reducción de emisiones, junto con mecanismos de transparencia y revisión periódica de metas.
  • Promover la cooperación internacional, incluyendo financiación climática y apoyo tecnológico a los países en desarrollo.

Entró en vigor en noviembre de 2016 tras su ratificación por un número suficiente de países que representaban más de la mitad de las emisiones globales.

No obstante, su carácter global se vio tensionado desde el inicio por vaivenes políticos. En 2017, Estados Unidos anunció su retirada del Acuerdo bajo la presidencia de Donald Trump, una decisión que se materializó en 2020 y que supuso un golpe simbólico y político al pacto, al tratarse de uno de los mayores emisores históricos de gases de efecto invernadero. 

El país regresó al Acuerdo en 2021, aunque el retorno de Donald Trump a la presidencia y su intención de retirar de nuevo a Estados Unidos del pacto climático han reabierto el debate sobre la falta de estabilidad y continuidad política del Acuerdo de París.

2. Avances importantes en la última década

  • Energías limpias en auge: Las renovables han crecido de manera récord y la inversión en energía limpia se ha disparado, superando ampliamente a la destinada al carbón y otros combustibles fósiles.
  • Transición energética: En 2025, la generación combinada de energía solar y eólica fue superior a la del carbón en varios periodos del año, una tendencia que se espera continúe al alza.
  • Normativas internacionales: El Acuerdo consolidó mecanismos como el fondo de Pérdidas y Daños, las reglas para los mercados de carbono bajo el Artículo 6 y nuevas metas de financiación climática aprobadas en 2024.
  • Agenda global y política interna: Muchos países han incorporado la acción climática como prioridad política, desarrollando leyes y planes nacionales de mitigación y adaptación, incluso durante el periodo en el que Estados Unidos estuvo fuera del Acuerdo, lo que mostró una cierta capacidad de resiliencia del marco multilateral.

3. ¿Qué no se ha logrado, y por qué?

  • Objetivos de temperatura fuera de alcance: Aunque los compromisos han reducido las proyecciones de calentamiento respecto a un escenario sin el Acuerdo, sigue siendo probable que la temperatura global supere 1,5 °C y se acerque a 2,3–2,5 °C a finales de siglo con las políticas actuales.
  • Emisiones globales siguen creciendo: En numerosos países las emisiones han aumentado en la última década, y la reducción no ha sido lo suficientemente rápida. La retirada temporal de Estados Unidos y la falta de continuidad política en algunas grandes economías han contribuido a esta brecha entre compromisos y resultados.
  • Financiación insuficiente: Los flujos financieros prometidos para mitigación y adaptación, especialmente hacia países en desarrollo, no han alcanzado los niveles necesarios, con grandes desigualdades entre regiones.
  • Falta de exigibilidad: El Acuerdo es esencialmente no punitivo, lo que permite compromisos voluntarios sin sanciones. Este diseño ha facilitado salidas y regresos —como el caso de Estados Unidos— sin consecuencias legales, limitando su capacidad de presión real.

4. El contexto actual y futuro

El décimo aniversario del Acuerdo llega en un momento clave. La COP30 en Belém (Brasil) se plantea como una cita decisiva para evaluar lo alcanzado y reforzar compromisos en una década crucial. La atención estará puesta en acelerar la transición energética, ampliar la financiación climática y evitar que los cambios políticos en grandes potencias —como ocurrió con Estados Unidos— vuelvan a debilitar la respuesta colectiva frente a la crisis climática.