Este 2025, del 13 de abril al 13 de octubre, tuvo lugar la Expo Mundial de Osaka; una Exposición Universal que reunió a más de 150 países en la isla artificial de Yumeshima para mostrar los avances en tecnología, sostenibilidad y cultura. Bajo el lema ‘Diseñar la sociedad del futuro para nuestras vidas’ (Designing Future Society for Our Lives, en inglés), se centró en la exploración de cómo la innovación es capaz de mejorar la vida, la salud y el bienestar en los próximos años.
España fue uno de los países participantes de la Expo Mundial de Osaka. Su pabellón cerró sus puertas con un balance bastante positivo: más de 3,5 millones de visitantes y múltiples galardones. Bajo el lema de ‘La corriente de Kuroisho’, fue reconocido con el premio de Plata en la categoría de Arquitectura y Paisaje: fue construido sobre una estructura de 600 toneladas de madera entre las cuales hay alerces japoneses, coníferas de la prefectura de Nagano y un ciprés japonés de la prefectura de Ehime.
En el evento se presentaron robots asistentes, inteligencia artificial dirigida a la accesibilidad, energía de algas y diversos conceptos de ciudades inteligentes, entre otras ideas verdaderamente interesantes. Una de las más curiosas es la «lavadora» para seres humanos, la cual promete dejarnos limpísimos. Eso sí, no todo el mundo va a poder hacerse con ella, ya que su precio de venta al público recomendado es de varios cientos de miles de dólares.
Solo se fabricarán 50 unidades y su precio será de unos 340 mil euros
La empresa japonesa Science Co., Ltd., especializada en la fabricación y venta de productos basados en tecnología de fines bubbles (microburbujas), ha mostrado al público por primera vez en la Expo Mundial de Osaka 2025 la primera lavadora humana «inteligente». Llamado oficialmente Mirai Ningen Sentakuki, ha sido posible gracias a la gran acogida que tuvo en la Expo Osaka-Kansai, donde más de 40 mil asistentes solicitaron probarla.
El catálogo de la empresa ya albergaba diversos artículos relacionados con las microburbujas, como el Mirabath, Mirable zero y Mirable plus. Al parecer, las microburbujas que producen tienen aplicaciones específicas en productos de bienestar y limpieza. Si bien estos dispositivos están orientados al consumo doméstico o instalaciones de baño para mejorar la limpieza y experiencia de usuario, la primera lavadora humana no está pensada para ser utilizada en el hogar. Principalmente, porque su precio la vuelve prohibitiva para la mayoría de los bolsillos.
Fundada en 2007 con sede en Osaka, la reciente invención de Science Co., Ltd. está basada en la Human Washing Machine presentada en el año 1970 en la Exposición Universal de Osaka. Este baño ultrasónico desarrollado por Sanyo fue uno de los objetos exhibidos más curiosos. La máquina, de casi dos metros de altura, permitía ajustar la temperatura del agua para, acto seguido, rociar al usuario con chorros de agua tibia, como si fuera el prelavado de un lavadero de coches.
Tras cinco minutos, la cámara se llenaba con agua caliente para proporcionar un baño ultrasónico de tres minutos, seguido de un ciclo de enjuague caliente de dos minutos. A continuación, la cámara se vaciaba para aplicar aire caliente a la persona con el objetivo de secarlo, además de exposición a luz infrarroja y ultravioleta para eliminar los gérmenes. El proceso completo no duraba más de 15 minutos.
La versión actualizada de Science es mucho más moderna, ya que incorpora un sensor en contacto con la espalda para registrar los datos biométricos, como la frecuencia cardíaca. Parece un elemento innecesario, pero sirve de ayuda para evitar que la persona sufra un ataque de pánico o ansiedad al verse en un habitáculo cerrado. Tras obtener la información, la máquina ajusta el caudal de agua, la temperatura y las imágenes proyectadas en las paredes internas.
La cámara de la máquina tiene unas dimensiones de 2,5 metros de largo, 2,6 metros de alto y un metro de ancho. El asiento es reclinable para mayor comodidad, y teniendo en cuenta su tamaño, es apto para la mayoría de las personas. Como hemos adelantado, la tecnología principal de la lavadora humana de Science son las microburbujas. Invisibles a simple vista, avanzan lentamente en el agua y se adhieren a la materia orgánica, logrando desprenderla de la piel antes de ascender a la superficie.
A pesar del interés que ha generado entre miles de personas, Science ha confirmado que sólo fabricará 50 unidades. El motivo es simple: la exclusividad. Sachiko Maekura, portavoz de la compañía, afirmó: “porque parte del atractivo de esta máquina es la rareza, planeamos producir solo unas 50 unidades”. Además, el precio de cada unidad será de alrededor de 400 mil dólares, que al cambio son unos 340 mil euros. Por ello, el invento está dirigido a hoteles, spas y centros de estética de lujo, que son los que se pueden permitir la inversión.
