Le quedan cinco años allí arriba, pero la Estación Espacial Internacional sigue consiguiendo hitos

Escrito el 12/12/2025
Jesús Quesada

La Estación Espacial Internacional (EEI) lleva más de 25 años en órbita. Desde el 2 de noviembre del 2000, cuenta con presencia humana continua (Expedición 1). No obstante, su primer módulo, Zarya, se lanzó en 1998, ya que se trata de una estación espacial modular. Esto permite que su construcción continúe en el espacio, pues este sistema facilita su ensamblaje, actualización y expansión con diferentes componentes, además de reducir costes (no hay que preparar una estación nueva desde cero cada vez que se quiere añadir un elemento).

Ubicada en la órbita terrestre baja (OTB o LEO, por su acrónimo en inglés, donde también se encuentra la constelación de satélites Starlink de Elon Musk o Amazon Leo), la EEI es un proyecto de colaboración multinacional entre cinco agencias espaciales: NASA (Estados Unidos), Roscosmos (Rusia), JAXA (Japón), ESA (Europa) y CSA/ASC (Canadá). Sirve como laboratorio de investigación donde se realizan estudios sobre astrobiología, astronomía, meteorología y física, entre otros campos.

Está previsto que la EEI finalice sus servicios y sea desorbitada de forma controlada a finales de 2030 o principios de 2031, cayendo al Océano Pacífico, concretamente al Punto Nemo (el lugar más remoto y alejado de cualquier masa de tierra, motivo por el que se utiliza como «cementerio espacial». A pesar de tener fecha de jubilación, sigue consiguiendo hitos: que sus ocho puertos de atraque estén actualmente ocupados por naves espaciales.

Está previsto que la EEI deje de funcionar en 2030 o 2031

La Estación Espacial Internacional cuenta con ocho puertos de atraque. Cuatro de ellos se encuentran en el segmento estadounidense (USOS), y cuatro en el segmento ruso. Esto permite que se puedan acoplar múltiples naves de carga y tripulación al mismo tiempo. Por primera vez en su historia, los ocho puertos están ocupados.

A la EEI se encuentran acopladas dos naves Dragon de SpaceX (vehículos reutilizables diseñados para transportar carga y astronautas), la Cygnus XL (la versión mejorada y más grande de la nave espacial de carga no tripulada Cygnus de Northrop Grumman), la HTV-X1 de la JAXA, dos naves tripuladas Soyuz de Roscosmos y dos naves de carga Progress, completando así los ocho puertos de atraque.

Si bien este hito tuvo lugar a principios de diciembre de 2025, la última nave espacial, la de reabastecimiento Cygnus XL, fue retirada remotamente la semana pasada por el responsable de robótica del Centro de Control de Misión de la agencia en Houston, utilizando un brazo robótico acoplado a la Estación Espacial Internacional. Tras su reacoplamiento, los puertos de la estación espacial están ahora completamente ocupados.

A través de un comunicado oficial, la NASA explicó que "Cygnus permanecerá adherido al laboratorio en órbita hasta no antes de marzo de 2026, cuando está previsto que parta de forma segura y deseche hasta 11 mil libras (casi 5 mil kilogramos) de basura y carga innecesaria cuando se queme sin causar daño en la atmósfera de la Tierra.

El comunicado añadió: “Mientras tanto, la tripulación de la Expedición 73, compuesta por 10 personas, dedicó su día a la investigación en biología y física, preparándose para separarse a principios de la próxima semana”. Al parecer, tres nuevos miembros se unieron a la Estación Espacial Internacional recientemente a través de la Soyuz MS-28.

Según lo previsto, los astronautas Chris Williams (NASA), Sergey Kud-Sverchkov y Sergei Mikaev (Roscosmos) permanecerán en la EEI hasta julio de 2026, realizando investigaciones en beneficio de los seres humanos que viven dentro y fuera de la Tierra. Los rusos han comenzado a estudiar cómo la vida en el espacio afecta al sistema microcirculatorio de las manos, los dedos de las manos y los pies.

A pesar de que la NASA ha considerado aplazar la desorbitación de la Estación Espacial Internacional si las condiciones lo permiten (y hay un buen motivo para hacerlo), cuando se estrelle en el Punto Nemo, se dará paso a una nueva era con estaciones espaciales comerciales privadas, preparando el terreno para la exploración espacial futura.

Una de estas estaciones espaciales comerciales es la Haven-1 de Vast. El proyecto, apoyado por la NASA, tiene su lanzamiento previsto para mayo de 2026. Es más pequeña que la actual, por lo que los astronautas que la visiten deberán acostumbrarse a sus dimensiones. La EEI tiene un volumen aproximado de 900 metros cúbicos, mientras que la Haven-1 tendrá alrededor de 45 metros cúbicos.

Por su parte, Axiom Space, aparte de construir módulos acoplables a la EEI, planea estaciones independientes. Starlab también tiene proyectos para desarrollar una alternativa a la Estación Espacial Internacional. Y la NASA, mediante su programa _Commercial Low-Earth Orbit Destinations (CLD), financia algunas iniciativas para asegurar el uso comercial del espacio.

La intención es que las estaciones espaciales comerciales no sean únicamente lugares de investigación y fabricación, sino también destinos turísticos. Podrían construirse hoteles de lujo, repletos de comodidades, con cúpulas de observación y espacios privados para los turistas. Lógicamente, estos hoteles estarían reservados para la gente más pudiente, a la que gastarse muchos miles de dólares no le supone un inconveniente para la cuenta bancaria.