A escasos minutos a pie de la puerta principal de El Retiro se ubica un pequeño anfiteatro que, salvo estar a pleno rendimiento, suele pasar desapercibido para el transeúnte. Cuando las puertas se mantienen cerradas, los deportistas se agarran a las estructuras fijas para sus estiramientos; cuando oscurece el día, los jóvenes aprovechan para hacer botellón. El desgaste es visible: barandillas vencidas y deformadas, gradas sucias y olor a orina persistente en la pared trasera. Pero no todo responde al mal uso. El paso del tiempo también ha dejado huella. Las paredes desconchadas, los suelos que se encharcan tras las lluvias intensas o la rotura de algunos tubos dan cuenta de ello. Una degradación progresiva que los titiriteros llevan décadas... Ver Más
El teatro de títeres, el tesoro escondido del Retiro rejuvenece en 2026
Escrito el 16/12/2025
(abc)
