El delineado ha sido considerado durante años un básico en el neceser, perfecto para intensificar y añadir potencia a la mirada. Sin embargo, a partir de los 50, esa relación cambia. No porque el delineador deje de favorecer, sino porque la piel, la forma del ojo y la expresión evolucionan, y con ellas también debe hacerlo la técnica. Lo que antes funcionaba, puede que ahora haya dejado de hacerlo de la misma manera.
“A partir de los 50, el delineado deja de ser un trazo y pasa a ser una estrategia: buscamos elevar, abrir y suavizar la mirada. Las líneas rígidas ya no funcionan; lo que favorece es un delineado flexible, difuminado y con efecto lifting”, asegura Raquel Linde, experta en maquillaje y Marketing Manager de You Are The Princess. Bien aplicado, puede ser uno de los gestos más rejuvenecedores del neceser; mal entendido, uno de los que más años suma.
Cómo cambia el delineado a partir de los 50
A partir de los 50, el delineado deja de ser un simple trazo para convertirse en una auténtica estrategia visual. El objetivo ya no es simplemente marcar el ojo, sinoacompañar su forma natural, corregir ópticamente pequeños cambios y potenciar una expresión más descansada.
Lo primero que debemos de tener en cuenta es que la piel del párpado pierde firmeza, pueden aparecer líneas finas y, en muchos casos, el ojo tiende a verse más caído o cerrado. En este contexto, lo que mejor funciona es un delineado flexible, difuminado y con efecto lifting, ya que uno muy duro puede enfatizar arrugas o crear sombras que apagan la mirada. Menos definición extrema y más sutileza inteligente: esa es la nueva regla de oro.
TEXTURAS QUE FAVORECEN: QUÉ DELINEADOR ELEGIR EN PIEL MADURA
La elección del producto es tan importante como la técnica. En piel madura, las texturas lo cambian todo. “En piel madura, el lápiz cremoso y la sombra en formato polvo prensado son tus mejores aliados. El gel también funciona si quieres más duración. El delineador líquido, usado en exceso, puede endurecer y marcar arruguitas. La clave es elegir texturas suaves, modulables y fáciles de difuminar”, asegura la experta en maquillaje.
Por otro lado, los acabados mates o tonos ultranegros, aunque pueden intensificar mucho la mirada, también resultan traicioneros: marcan arruguitas, endurecen el gesto y exigen una precisión que el párpado ya no siempre permite. No está prohibido, pero sí reservado para ocasiones concretas y con una mano muy experta. Lo mejor en general son escoger alternativas como el berenjena o el marrón chocolate.
El delineado inferior: cómo usarlo sin endurecer la mirada.
Uno de los grandes debates a partir de los 50 es el delineado inferior. ¿Endurece las facciones? La respuesta es sí… cuando se aplica mal. “Sí, el delineado inferior completo puede apagar la mirada y sumar años. Pero no es un ‘prohibido’: simplemente hay que adaptarlo”, subraya Raquel Linde.
“Úsalo sólo en el tercio externo del ojo, muy difuminado y en tonos marrones o topo. El objetivo es dar definición sin crear un efecto de “ojo pequeño”, añade la maquilladora. Aquí el negro está más relegado a un segundo plano, ya que los tonos cálidos son más recomendables para aportar definición sin restar frescura.
La técnica más rejuvenecedora: el soft lift delineado
De entre todas las técnicas que hay, la experta en maquillaje nos destaca una especialmente. “El delineado más rejuvenecedor es el soft lift: un trazo finísimo pegado a las pestañas superiores que se difumina hacia arriba en la esquina externa. Es un mini ‘wing’ levantado que abre el ojo sin sobrecargarlo. En segundos tienes un efecto lifting inmediato”, comenta.
No es un “rabillo” clásico ni un cat eye marcado, sino una elevación sutil que abre el ojo sin sobrecargarlo. Porque conseguir ese efecto lifting es clave a partir de los 50, dejando un acabado rápido, elegante y muy agradecido para el día a día. Además, se adapta a cualquier forma de ojo y funciona tanto con maquillaje natural como con looks más sofisticados.
Cómo evitar que el delineador se corra o marque arruguitas
Uno de los miedos más comunes es que el delineador se desplace, se cuartee o se acumule en las líneas del párpado. Aquí entra en juego el truco profesional en tres pasos. “El truco profesional es triple: prebase en párpados, delineador waterproof de textura cremosa y un toque de sombra del mismo tono encima para sellarlo. Así no migra, no se cuartea y no se mete en líneas”, remata la experta.
Este sellado evita que el delineador migre, prolonga su duración y mantiene el acabado pulido durante horas. El resultado es un ojo definido, limpio y favorecedor, sin necesidad de retoques constantes. Porque delinear los ojos a partir de los 50 no va de prohibiciones, sino de intención. De entender que el maquillaje ya no busca transformar, sino potenciar lo mejor de cada mirada.
